Siete Coronas: 40 años de historia

Hace solo un par de días todos inauguramos un nuevo año y cerramos otro que ya queda para la memoria. En el Siete Coronas, hemos vivido y recordaremos el 2015 como un gran año para el hotel y para nosotros: fue el año en que empezamos a gestionar el hotel, llevamos a cabo la reforma y empezamos una andadura que esperamos sea muy larga.

Con todos estos pensamientos en mente, no podemos evitar echar la vista atrás y recordar toda la historia del Siete Coronas, ya que ahora está en nuestras manos seguir prolongándola.

El hotel fue inaugurado en 1971 con toda la pompa y el boato de le época financiado por la unión de varios empresarios murcianos. A la inauguración asistió el Ministro de Información y Turismo de la época, Sánchez Bella, lo que ponía de relieve la importancia que tuvo el nacimiento del Siete Coronas.

Desde su nacimiento y hasta el 2003 el hotel fue gestionado por la cadena Meliá año en el que la cadena vasca Silken se hizo con su control. Con este cambio, el hotel pasará a llamarse Silken 7 Coronas.

Desde la apertura hasta 2003 fue la gran época dorada del Siete Coronas. A lo largo de los años el hotel era un auténtico lugar de referencia en La Región. Cualquier personalidad que pasara por Murcia se alojaba en nuestras instalaciones. Por ejemplo, podeos destacar que todos los presidentes de la democracia han pasado por nuestros muros. Los reyes Juan Carlos y Sofía, el actual rey Don Felipe de Borbón, equipos de fútbol de primer nivel, artistas, toreros… todos acudían al Siete Coronas para hospedarse durante sus visitas.

Pero el Siete Coronas no era solo un lugar de referencia para los foráneos, dentro de la ciudad era el lugar preferido por los murcianos para celebrar cualquier tipo de evento por ser un referente de buen servicio y trato exquisito. Tal era su fama durante la época que para celebrar una boda había que reservar el espacio con dos años de antelación.

Tras el cambio de propiedad de manos de la cadena Meliá a las de Silken en 2003, el Siete Coronas comenzó a perder notoriedad en la ciudad, por varios motivos:

La cúpula directiva se cambió por un conjunto de directivos que no eran de origen murciano y no supieron adaptar el hotel a las costumbres de La región. Además, la inversión fue escasa, lo que provocó que, poco a poco, las instalaciones fueran deteriorándose. Por otro lado, se produjo un aumento de oferta de hoteles cuatro estrellas en la ciudad con la apertura de nuevos establecimientos de este nivel. En el campo de la restauración, también proliferaron en Murcia y alrededores nuevos establecimientos para celebraciones, lo que, junto con la tendencia a casarse al aire libre, debilitó un poco la popularidad del Siete Coronas. Además, no hay que olvidar la crisis que durante éstos últimos años ha acuciado a todo el territorio español. Toda esta situación provocó que el hotel perdiera prestigio y dejara de ser el centro social y punto de encuentro de la ciudad.

Tras esta época de declive, en diciembre de 2014, la actual dirección del hotel nos hicimos con el control de la propiedad del hotel manteniendo la venta de alojamiento linkada a la rede comercial de la Cadena Silken. Después de un año con nosotros, el Siete Coronas ha experimentado una reforma integral cuyo objetivo era mejorar todas las instalaciones y devolverles la calidad y confort adecuados. Además, el Siete Coronas ha experimentado también una fuerte incursión en la era digital, ya que ahora cuenta con una página web propia y perfiles en redes sociales como: Facebook, Twitter, Instagram, y Tripadvisor.

Nuestro objetivo es devolverle al Siete Coronas el prestigio que antaño tuvo convirtiéndolo en un lugar de referencia para todo el que quiera visitar Murcia y en un lugar de encuentro social para todos los Murcianos.

Empezamos el 2016 con un propósito firme, un equipo consolidado y un escenario tan apetecible como es el Siete Coronas, pero sabemos que, sin vosotros, nuestros clientes y compañeros Murcianos, el Siete Coronas no es posible. Por todo ello esperamos que el 2016 sea el año en el que todos volvamos a casa, el año en el que volvamos al Siete Coronas tal como lo conocíamos.